Las nuevas pautas abordan la tecnología impulsada por los datos y la humanización del cuidado de la diabetes.
Por Audrey Farley
La American Diabetes Association (ADA) acaba de publicar sus Estándares de 2018 de Atención Médica en Diabetes. Desde 1989, la organización ha proporcionado actualizaciones anuales para mantenerse al día con la investigación, la tecnología y los tratamientos para la diabetes tipo 1 y tipo 2. Los últimos cambios reflejan una realidad emergente para el cuidado de la diabetes en el siglo XXI: la tecnología basada en datos es cada vez más integral en el manejo de la enfermedad.
La guía 2018 reconoce el enorme beneficio de las tecnologías emergentes, como los sistemas de monitoreo continuo de glucosa (MCG) y los sistemas de administración de insulina automatizados. Proporciona directrices más extensas que nunca a los proveedores sobre estas tecnologías, y amplía las recomendaciones para el uso de dichos sistemas. Por ejemplo, la ADA ahora recomienda el uso de MCG para todos los adultos con diabetes tipo 1 que no están logrando los objetivos glucémicos. (Anteriormente, la tecnología solo se recomendaba a personas de 25 años o más). La ADA también ha agregado texto para informar a los proveedores sobre un dispositivo MCG intermitente (“flash”) recientemente aprobado y sobre dispositivos MCG que ya no requieren confirmación manual de glucosa en sangre para decisiones de tratamiento.
Hay sugerencias para usar análisis de dispositivos para personalizar e individualizar decisiones de tratamiento. Por ejemplo, se alienta a los médicos a utilizar datos para evaluar los riesgos de hipoglucemia e hiperglucemia de una persona y, a su vez, ajustar los objetivos de A1C. Además de reconocer el valor de tales desarrollos, la ADA es consciente de que muchos pacientes hoy en día sienten que están siendo analizados y / o reducidos a un montón de estadísticas. En consecuencia, el manual de 2018 incluye extensas recomendaciones para que los proveedores humanicen el cuidado de la diabetes. Por ejemplo, el manual alienta a los proveedores a utilizar un lenguaje más sensible al interactuar con los pacientes. En lugar de utilizar palabras que expresan juicio (“incumplimiento”, por ejemplo), se alienta a los proveedores a utilizar palabras que sugieran colaboración entre el paciente y el proveedor.
Los proveedores también deben adaptar el tratamiento al contexto social, según la ADA. Las nuevas pautas orientan a los proveedores a evaluar factores como la inseguridad alimentaria, la inseguridad de la vivienda y la inestabilidad financiera, y a aplicar esta información a las decisiones de tratamiento. Donde estén disponibles, los proveedores deben referir a los pacientes necesitados a los recursos de la comunidad.
Los esfuerzos de la ADA para integrar enfoques más holísticos en el cuidado de la diabetes también se evidencian en nuevas recomendaciones para que los proveedores monitoreen rutinariamente la “angustia de la diabetes” (carga psicológica relacionada con la vida con la enfermedad crónica), así como nuevas recomendaciones para simplificar regímenes complejos adultos mayores. El manual de 2018 también describe “Declaraciones de posición de defensa”, que alientan a los proveedores a tomar un papel más activo en la reducción de la discriminación contra las personas con diabetes. Estas declaraciones equipan a los proveedores con herramientas para educar mejor a las escuelas, los empleadores, los legisladores y las agencias de licencias sobre la enfermedad.
A partir de 2018, la ADA actualizará rutinariamente sus estándares a lo largo del año para acomodar el ritmo acelerado de la investigación y los desarrollos tecnológicos.
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