Diabetes Tipo 1
Medición de la angustia parental de un diagnóstico de tipo 1
Un estudio encuentra que los padres de los niños con Tipo 1 necesitan más apoyo de salud mental como la ansiedad después de un diagnóstico de tipo 1 es confirmada.
por Travis Manni
De acuerdo con un estudio de la Escuela de Enfermería de Yale, el 33.5 por ciento de los padres de niños con tipo 1 sufren angustia psicológica en el caso del diagnóstico de un niño, y 19 por ciento de los padres reportan estrés psicológico de uno a cuatro años después del diagnóstico. Los investigadores llegaron a estas cifras revisando 34 estudios revisados por colegas a padres de niños con Tipo 1.
No es sorprendente que los padres puedan experimentar una profunda angustia psicológica en el período posterior al diagnóstico inicial de Tipo 1; de hecho, es un poco sorprendente que las cifras citadas no sean más altas. Los investigadores advierten, sin embargo, que no hay suficientes mecanismos de apoyo para asegurar que tal angustia no evolucione hacia depresión, ansiedad y/o PTSD (trastorno de estrés postraumático por sus siglas en inglés).
Los niños de los diferentes estudios tenían una edad comprendida entre los cuatro y los catorce años, y la dificultad de los padres era más frecuente cuanto menor era la edad de diagnóstico del niño. Esa angustia se genera a partir del choque del diagnóstico y el trastorno que trae la administración de azúcar en la sangre. Las comidas fueron la parte más común de la vida diaria afectada por un diagnóstico de tipo 1, informaron los padres. El diagnóstico de un niño a menudo también requiere que una madre ajuste su horario de trabajo o deje su trabajo por completo. Los padres describieron su experiencia después del diagnóstico como “que altera la vida” y “todo lo consume”.
La investigación anterior ha revelado que los niños con tipo 1 tienen a menudo la depresión no diagnosticada o exhiben síntomas depresivos pero no reciben el tratamiento. Lo mismo parece ser cierto para los padres de niños con diabetes, y los autores del estudio sugieren que las familias de los niños recién diagnosticados deben buscar apoyo profesional para la salud mental. Los investigadores observaron que cuando el nivel de angustia de los padres aumentó, el manejo de azúcar en la sangre de un niño sufrió como resultado. Esto apunta a la necesidad de que los padres se cuiden lo mejor que puedan, si quieren cuidar de sus hijos lo mejor que pueden.
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